jueves, octubre 11, 2007




Tatuajes

Llega el día,
vos dormís el fuego
de la inconstancia,
yo trato de escapar
de tu cama
de tu aliento.
Leo el diario con desgano,
ahorco al tiempo
que te despierta
todavía hipnotizada.
Sé perfectamente lo que me espera,
un rosedal envuelve mi garganta
quisiera respirarte
quisiera poder desaparecer.
No me engañás ni por un segundo...,
si yo no me dejo,
me gustan tus besos.
Tengo la lengua encarnada
de tanto besarte en espejos,
pero no me empujes
puedo leer tus labios
y después atravesar el día hambriento.
“No sé cómo podes pasar toda la noche sin dormir” dijo ella,
¡ay!, si estuvieras en mi cabeza
va a suceder
y sonrío.

Los tatuajes falsos
son una mentira.

Foto/Diseño por Enrique Balducci