En blancoMe sumergí
intentando contener el aire
lo más que pudiera.
Treinta segundos,
y vos todavía no me llamaste
y acá abajo todo es tan blanco
insanamente blanco
y transparente.
Cierro los ojos.
Dos minutos, cuarenta segundos,
de sed
de profundo abatimiento;
mamá me cree inteligente.
Y acá abajo todo es tan silencioso
extrañamente silencioso.
Tres minutos, treinta segundos,
me gustaría volver a la incubadora.
Yo tampoco sé qué es el amor.
Pero te quiero.
Afuera.