Besos de espuma

Yo soy bello
de una forma repugnante.
Los peones, afuera, a la intemperie
conocen sus manos arrugadas
la miseria de los que tienen sueño;
hoy es un día más
de tibios calabozos a la hora de la siesta
de estuches con recuerdos del pasado,
estuve triste esperando la condena de las lágrimas.
Hablar con tu boca parece inevitable
saldremos a mirar el eclipse de luna,
los sentidos alterados,
de tanta noche que se desangra en vano.
La ciudad de los paredones de fusilamiento
y el paisaje...
Los niños juegan a la mancha, inertes
paralizados por el temor de sus padres
entes de miradas escuetas y labios de sangre.
La mascota de Santi se devoró a la mascota de Tini.
Yo no tengo mascota,
solo guardo sus cadáveres en una bolsa de polietileno
negra como la brea que escupo temprano a la mañana
después de desayunar tus besos de espuma.