martes, septiembre 12, 2006

Cadáver

Ahora, sentado al borde de la cama
intento recomponer el rompecabezas
de la noche anterior,
todo se vuelve borroso;
recuerdo haberte tratado mal
bebido de más otra vez
haber dicho las estupideces de siempre.
Sí, poseo un gran sentido del humor
pero en ocasiones me vuelvo tonto como una piedra.
La habitación está en penumbras y
no logro recordar cómo fue
que llegaste a mi departamento,
claro, tampoco sé cómo lo hice yo
pero ahí estás, muerta al otro lado del oceáno,
desnuda, fría y muerta;
y ya llevo dos días si dormir.
Debo levantarme de la cama de una vez
ducharme, lavarme los dientes y todas esas cosas,
para luego ir a almorzar con mis padres
y ser el hijo que nunca seré,
porque no puedo ser hijo, ni padre,
ni hermano, ni nada,
sólo el contorno de un cuerpo
en la penumbra de una habitación
sentado al borde de la cama
intentando recordar
quién es y
cómo llegó hasta aquí
tu cadáver.

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